Suicidio

Era de noche, llovía, un viento frío resoplaba haciendo un chiflido que retumbaba alrededor de mi ventana. Hace mucho no me sentía tan sola, sola con mis pensamientos, mis sentimientos, mi tristeza, sola conmigo misma. Cada noche, las pesadillas aumentan, me ahogo en un mar de dudas cada vez mas grande y es que siempre que aprendo algo nuevo, hace que mas dudas nazcan y  parecieran que estuvieran vivas. Mis dudas nacen, crecen, se reproducen pero nunca mueren, es trágico, problemático, pensar en que no se porque me empeño en hacer mi vida importante, si, porque cuando muera caeré en el olvido como cada ser que habito la tierra, nadie vive para siempre porque no es recordado con cariño ¡jamas!. si no fue conocido. El problema es que siempre nos ponemos metas que no podemos alcanzar y lo peor es que los seres humanos somos muy ambiciosos, nunca nos conformamos porque al conocer la perfección buscamos que sea aun mas perfecto. Pensé que no era posible combatir el mal que asechaba mi vida, oír las discusiones de mis padres que seguro eran por mi culpa, el mal que me hacía no poder concentrarme en lo conveniente, no soportaba mas, no tenia amigos, mi familia me detestaba y en el estudio me iba mal. Tome una decisión, me acerque a la ventana del piso mas alto, esbocé una sonrisa y salte sin pensar mas, solo esta era la solución.