Basta solo con un solo ojo para observar lo que realmente es importante.

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domingo, 14 de julio de 2019

LUNAres

Hoy me desperté soñando con tus lunares, desperté creyendo qué tus lunares eran míos y qué la conexión de nuestras pieles era solo una. Hoy me desperté y creí que era un lunar, de tu cuerpo. Y la verdad me encantó creerme que era parte de vos, al menos un lunar.
Luego me observé en el espejo y vi que mi rostro era casa de más lunares y ahí mi incertidumbre fue muy grande, será que me contagiaste una enfermedad lunática...¿pero cómo sería posible? ¿Lunática? ¿Qué tienes que ver vos con la Luna? ¿Será que tus ojos solo brillan en la noche?. Me senté bajo el Anacahuita a comer unas mandarinas y me puse a pensar y recordar cómo era posible que tus lunares ahora eran míos, y qué tus lunares ya no iban a estar en tu cuerpo, o si y eso sería aún más raro. Debo admitir que cuando hacemos el amor llegamos a un punto en el cual vos y yo, somos yo con vos bajo la oscuridad espesa, pero iluminando la habitación de la energía más intensa que pueda existir.  ¿Será que fue ahí cuando me contagiaste? Puede ser que si, es que llego al punto de no darme cuenta cuando soy yo o yo estoy dentro de vos. Es que mis manos sudan tanto que mis nervios se tensan de sensaciones de puro placer y es ahí cuando puedo presentir que mi cuerpo aspira esa percepción de gravedad y la habitación se vuelve Vía láctea y floto, o vuelo o quizás flotamos y volamos juntes. ¿Será que el cambio de atmósfera hará una especie de tornado en el espacio temporal del tiempo? ¿Y ahí tus lunares son míos? O ahora también recuerdo aquella frase tan repetitiva de mi madre cuando me mandaba a cuidar los fideos mientras hervían, qué me decía algo así como “cuídame los fideos que no sé me peguen”. Quizás es tanto el fervor y el calor que nos acercamos al sol y es el cómplice de calentar nuestros cuerpos para que nos peguemos tanto. ¿Será que cuándo estamos allá arriba cada lunar que me queda impregnado es recuerdo de cada estrella que miramos?. Y esto de volar o flotar por la Vía Láctea es hermoso, me siento una golondrina emigrando a su nuevo hogar o quizás Jupiter con un nuevo anillo o tal vez Apolo 11 dejando la marca en la Luna, observando tus lunares que ahora son míos y tus marcas están en mí y tal vez la Luna sos vos. Si, la Luna sos vos y ahora entiendo esos cráteres en tu piel o esos lugares oscuros que por ahí transcurren. Ahora entiendo que el espacio que nos dimos, era el espacio en el cual estábamos.