Basta solo con un solo ojo para observar lo que realmente es importante.

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domingo, 14 de marzo de 2021

Ojalá

Se despertó 
y se le había muerto el esposo 


52 años de casados, 

cientos de empanadas al horno, 

el ladrido del perro cuando pasaba el cartero 

la bicicleta en el galponcito 

como esperando para volver a salir

la libreta con los números de la quiniela

en la mesita 

las galletas de campaña 

a la tardecita 

porque el pueblo es chico 

y a la tarde 

aún hay sorpresas. 


Para la tos, té de miel y guaco 

Para la tos, té de miel y guaco

para la espalda, la bolsita de arroz caliente 

si me viera en un futuro así, me sentiría un pelotudo 

Pero él se ha ido.

Ella

un día amaneció 

y se le había muerto el esposo.


52 años de casados.


Todos los días 

todos los santos días

todos los reverendos santos días 

todos los celestiales reverendos santos días 

todos los 

qué manera de abusar de este recurso 

celestiales 

reverendos 

santos días 

amaneciendo al lado 

uno del otro.


Un día amaneció

y el perro que ladraba

solo murmuraba, entre dientes 

con rabia y dolor.

Cree haber entendido 

todo

ayer 

cuando el cuerpo 

bajó a la tierra 

entre la madera tosca 

y el bronce reluciente.


Pasaron tres días 

hasta que la notaron tranquila 

y la dejaron con su luto.


La primera noche sola 

en 52 años 

se llevó dos empanadas de carne 

y un vaso con agua y hielo 

y mientras lo bebía 

la certeza 

de qué la bicicleta 

no volvería a salir del galponcito 

con la misma cadencia 

de la última vez 

le quemó el pecho

y tuvo miedo, tuvo mucho miedo 

como vos 

y como yo 

en este instante.


No se despertó a la mañana siguiente 

porque 

llega un momento en la vida

que uno puede 

decidir 

morir 

mientras duerme.


Ojalá

ojalá me toque así. 


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