Ya no sé qué pasa
Me pesa el tiempo y la razón de no saber qué hacer
Pasa que mi instinto pesa
Y pasa que pesan las ganas de ganar ésta batalla
Pesa la carcasa que me reprime
Y pesan las lágrimas que caen como plomo
Y pasa la lluvia por mi cara y las gotas se confunden
Son agridulces
Y pesa tu arete en la mesa de luz cuando escribo
Y pasa tu aroma por las cuatro paredes de mi cuarto
Y pasan las sensaciones que antes no pasaban
Pasan los seres que me hablan y me carcomen la estabilidad de mi visión
A veces siento que soy un ser más
Cómo ellos, abandonados
Siendo así parte de un conjunto de partículas diferentes
Qué estando ahí no se tocan
Cómo el café cuando se enfría
O la uva cuando cae y no es cortada
Sino, marchita y putrefacta
Cómo la brisa que corre por momentos sobre las rendijas de mi carne
Tu carne
Es tuya
Devórame y desgárrame cada parte de mis músculos
Son tuyos
Rómpeme los huesos y qué estallen como el final de la estrella más eufórica
Abrázame y sentí mi alma
Que está ahí
En alguna parte
Se parte o partirá
Porque pasa que pesan las ganas de que me abraces, para que todo esto pase.
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