Basta solo con un solo ojo para observar lo que realmente es importante.

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viernes, 1 de noviembre de 2019

Aún estoy acá

Hoy me despierto, luego de noches enteras
estando durmiendo con mis extremidades
enredadas en los hilos engorrosos de
mi cama.
Hoy me despierto, me despierto y pienso
en las noches de desvelo que escribí
infinitas palabras que salían de mis ojos,
palabras sentidas y palabras desafiantes.
Hoy me despierto, me despierto y pienso
en los momentos que me hubiera gustado
recibir un mensaje, una señal o
simplemente una respuesta del cielo
sobre tu vida, sobre tus andanzas, sobre
tus encuentros y desencuentros, con vos.
Hay momentos, momentos que me hubiera
gustado ser esa almohada donde reclinas
tu cabeza y la apoyas sobre ella,
sobre la seda fría para calmar tus
angustias e indecisiones.
Hay momentos, momentos que me gustaría
ser el agua qué bebes
para así poder conocerte por dentro,
para mojar tus entrañas.
Hay momentos, momentos que me gustaría
haber sido un momento, para que
me recuerdes y quieras volver conmigo,
a recordarme.
Que me recuerdes y te acuerdes de la
conexión sideral de nuestras cabezas.

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