La observo y me atrapa con su dulce
mirada, me acaricia con su perfecta silueta y me hipnotiza con su
resplandor, solo ella. Camino en la noche bajo las penumbras de la
oscuridad y los focos que dan una leve luz tenue. Ella me acompaña,
me sigue y me cuida. Voy por un camino sin fin, inmarcesible.
Llevo cuatro horas caminando en la
misma dirección y aún no sé a donde me dirijo pero mi efímero
recuerdo de aquel lugar me ayuda a seguir adelante. Un lugar habitado
por la eterna soledad, un lugar alejado de cualquiera otra cosa que
lo pueda perjudicar, un lugar etéreo.
Mientras sigo caminando logro escuchar
un sonido dulce, suave y delicado que enseguida me atrajo y al mismo
tiempo me dejo perplejo. Unos metros mas adelante me topo con un gran
árbol, nunca había visto nada igual, parecía como que su altura no
tenía fin. Lo mas curioso es que ese sonido que hace unos instantes
sentía, provenía de ahí, si del árbol. Sin comprender y entender
mucho la situación en la cual me encontraba decido acercarme un poco
mas hacia el árbol y de un momento a otro una fuerte ráfaga de
viento me impulsa hacia el mismo, haciendo que este gran ser empiece
a cobrar vida, se empezó a mover y lo único que supe hacer fue
esconderme detrás de unos arbustos.
Mientras mi cerebro me decía que
corriera, yo quise quedarme a observar que pasaría. De repente el
árbol se acerca hacia mi, me mira y me habla
-Me han hablado de ti joven Timhol,
ella me habló.
-Asustado, paralizado y aún sin
comprender la situación le pregunto, ¿Ella?, ¿Quién eres?, ¿Que
eres?
-Si Timhol, ella me habló mucho sobre
vos. Hace 3500 años habito este sitio y dudo que nos hayamos visto
antes. Puede que la oscuridad sea la que abunda aquí pero no eres
ciego, soy un árbol. Me contesta.
-¿Pero por qué estoy aquí?, ¿por
qué no encuentro mi destino?
-Tranquilo joven, tu destino tiene que
toparse en tu camino, yo seguiré el mio. ¡Que tengas buen viaje
Timhol!. Me contestó
-Pero aún tengo dudas...
Sin sacar muchas conclusiones a lo que
acabo de vivir, seguiré caminando sin importar cual sea mi destino,
el árbol parecía ser un sabio. Mi intuición me dice que me espera
una aventura llena de encuentros mágicos...
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