Basta solo con un solo ojo para observar lo que realmente es importante.

Basta solo con un solo ojo para observar lo que realmente es importante.

domingo, 29 de noviembre de 2020

Block de notas

 nunca antes había sentido algo así 
y cuando despierta le murmura al amanecer 
y cuando tiene la valentía de ser 
su alma se estremece 
y cuando su espíritu se establece 
después entonces, vuela, vuela, vuela

domingo, 22 de noviembre de 2020

Unidad

Cruzaré el océano,
iré más allá del miedo que antes existía
dormiré en la linda calma 
después veré si la melancolía 
es la soledad 
pero el sonido del viento 
me empuja 
me envuelve 
me lleva 
al centro de la tierra 
al interior
al núcleo 
al universo 
y creo que ahí esperaré 
la calma 
la paz 
la tranquilidad 
y me haré amigo de la solitaria compañía 
de mí
para mí. 

martes, 17 de noviembre de 2020

Al revés, también es

Tengo
este latido
que se me escurre. 
Hay gotitas en el suelo
y en el suelo también huellas. 

El camino 
tras 
mis pies.

Estoy 
con el corazón en mis manos 
pero no se lo pienso mostrar 
a nadie. 

Sé 
que este poema 
no es la excepción.
No llega, 
no llega a verlo. 

Pero 
te dejo 
un sendero 
de gotitas 
en el suelo. 

Si aún andas con ganas, 
tengo cervezas y gomitas. 





Aclaración errática: también se lee de abajo para arriba.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Delirios

 ¿Qué pasa si deliramos un poco?  

Poder pensar que las miradas dirán más que observar y ver lo superficial y nos enamoremos de lo adentrado que no pueda captar un simple par de ojos, o sentir que el aire es tan puro que al momento de respirar recordemos el primer atardecer que estuvimos en calma. O tal vez, tal vez ver que las personas no son pasajeros de sus propias vidas que supuestamente se mantienen en incertidumbre pero claramente estamos bajo el volante continuo de un auto enorme en el cual todos abordamos cuando nacemos. 
Llevaré esta pregunta para la parte superior izquierda del cuerpo humano, donde late la vida interna y se expande al exterior la vida misma. ¿Qué pasaría si deliramos un poco?. Si hiciéramos caso al corazón en cualquier decisión donde nuestro norte denominado cerebro nos traiciona pero igualmente quién manda y ordena es el que bombea los pulsos determinantes, ¿qué pasaría?. Me pregunto que tan riesgoso es el precipicio del arriesgar y que tan llano es el charco del arrepentimiento. ¿Qué es la fuerza?, la fuerza conocida como dejar atrás lo qué perdimos y alcanzar a no perder lo que estamos por dejar. Si bajamos la escalera de la torpeza donde un escalón queda a libre albedrío de quien lo pise, ¿donde está el fin?. 
Son las preguntas, con respuestas o no, son las certezas de las bocas que callaron y no arriesgaron por miedo a equivocarse. 
Si el delirio de un loco juega en obra y poder de lo que siente, ¿que debe sentir un ser normal que piensa que ganó el juego sin antes experimentar el delirio como una enfermedad?. ¿Que siente?
Hace días vengo hablando con las voces que me ponen en juicio y observan absolutamente todo lo que hago, es una sentencia de años bajo el mismo lugar donde supe reír. Los árboles son grandes monstruos de la oscuridad qué enloquecen mi psiquis al punto de trastornar lo poco que puedo sentir. 
Es la costumbre diaria de ya no verme como antes, de haber perdido las huellas, y que la única compañía sea mi sombra 
qué cada día 
delira un poco más. 


sábado, 14 de noviembre de 2020

Retrato

 Yo escuchaba la lluvia
que se enroscaba en el pasto
y mis oídos se llenaban de naúfragos. 
En ese mismo instante
sentía como el destino 
se caía de las líneas de mis manos.

Tanto me atrajo la incertidumbre 
qué el olvido zumbante de la lluvia
tapaba mi memoria.
El agua ya estaba dentro de mí
y su fuerza crecía 
sin calma ni compasión
ni siquiera se detuvo cuando me ahogaba. 

Yo respiraba lluvia
y pasto mojado
y mi corazón ensopado
no pudo salir
lo quise escurrir pero ya era tarde
tan tarde qué cuando te ví en un retrato
no fuí yo quién lo reflejó en una imagen.

 

Seamos jodidamente infinitos

Probablemente esto sea lo mas limpio y directo que en este momento escriba, quizá. Debe ser un sentimiento raro que estos dias fui adaptando a mi cuerpo y en general a lo que siento, sí a lo que siento. Es necesario dormir para calmar las ideas y el divague que a veces llega, supongo. Dudo de todo y las dudas son las penas que quisieron ser certeza y yo las transformé en esto, dudas. Quisiera poder apoyar la cabeza en la almhoada y poder descansar, pero no puedo. Quisiera beber un trago de agua sin que la garganta se reprima por pensar en lo que mi corazón siente y mis puños quieren romper, quisiera, pero no puedo. 
Es la necesaria necesesidad de querer reparar todo cuando rompimos lo que era puro, la pureza viene de adentro y sin eso no hay afuera. Hace una semana estaba con vos, resalto ésto como la costumbre mas linda de ver llegar el fin de semana y verte. De vernos entre risas artesanales, la última vez no te gustó mucho esa cerveza, ¿te acordas? porque yo sí. No suelo demostrar lo detallista que puedo ser, pero puedo ser muy observador de cada detalle que demostrás. Como aquél viaje de vuelta luego de presenciar el amanacer mas naranja teniendo el mar en calma como testigo único. Me acuerdo y esbozo la sonrisa que viste cuando te dije que me encantabas. En el ómnibus dormías, y yo te observaba como si fuese la última vez que te vería. Desde ese entonces pasaron muchas cosas y no todos fueron amanaceres tan lindos como ese, me refiero a qué también hubieron muchas tormentas de por medio que hicieron del cielo, un caudal bastante complicado. Vuelvo a decir que hace días intento dormir pero no puedo, me quedo observando por la ventana como esperando que algo pase y me dé la señal de quererme un poco más, pero no consigo ver dicha señal. También pienso en lo enloquecido que está el universo cuando de momentos se trata, hace unos meses atrás probablemnte mi cabeza era un caos idealizado por mí, por éste gil. En unos meses probablemente me vaya ir a un lugar donde pueda transformar éste presente en lo que no quiero volver a repetir del pasado. Vuelvo a decir que es la necesaria necesidad de errar para aprender, y amar para sufrir, quizá. Pero también siento que no hay necesidad de que el rencor sea algo que quiera sentir, yo te quiero y te quiero ver bien. Puede ser que tenía muchas ganas de hablarte sobre esto y desinflar las ganas de tu enojo y poder inflar las esperanzas de que la tranquilidad sea lo único que pueda existir. Entendes la referencia ¿no?. 
Puede que me lleve un tiempo asimilar todo, o poder decir que he podido dormir algunas horas seguidas sin que el miedo me hable al oído en las madrugadas. 
En éste momento saco el primer boleto de viaje al interior, pero de mí. Intentar sumergirme en mí para adentrarme en mares que pasé de largo y hoy son necesarios bucear. Y créeme, hay un deseo continuo y absoluto por tu felicidad y tranquilidad, de que lo puedas hacer. Ayer, justo ayer cuando estaba en el patio de casa ví una estrella fugáz y me puse a llorar, llorar por querer verte, abrazarte y decirte todo ésto. Es universo, es magia y son energías, y de eso nosotros sabemos mucho. Vos de eso tenés mucho. 
Colgué tu cuadro sobre mi ventana y te veo a vos en él, me veo a mí viéndolo en tu cuarto. 

martes, 10 de noviembre de 2020

Matices

 Aceptar que levantarse cada mañana
no es una cosa simple
si nos adaptamos al presente de enfrentar 
un nuevo día.
No es solamente bajar del auge del sueño 
y empezar a vivir. 
No, no es nada de eso. 

Es entrar en una luz, 
llegar a un punto donde lo claro se confunde 
con lo oscuro 
y en ese momento mirar el espejo 
y dejar que en él un rostro aparezca.
No es tan simple dejar de imaginar 
cuando el amigo que cargamos 
es la sombra que nos sigue. 

Es difícil volver 
a la memoria 
a ese rincón sumergido 
en la noche espesa 
donde el recuerdo y el dolor 
se aparean. 

Es justo 
que allí viva también 
la incertidumbre de lo que se pierde, 
ya que el adiós existe 
solamente en la ausencia.