Basta solo con un solo ojo para observar lo que realmente es importante.

Basta solo con un solo ojo para observar lo que realmente es importante.

martes, 10 de agosto de 2021

Todo

Quédate, 
me dijiste. 

Ahí estaba, 
ahí, 
ahí, en tu rincón.
Mirabas,
te miré, 
y ahí me quedé.

Me desarmé 
por un instante sereno, 
turquesa, 
sin furia, 
sin clamores.

Y te miraba
porque mientras 
tu sonrisa brillaba 
cómo los fuegos 
de mi paraíso que está lleno de voces, 
diciéndome a gritos 
lo irrepetible que sería ese momento, 
vos ahí, 
cruzando la simpleza de lo bello 
y atravesando un corazón sin armadura 

en otro lugar 
probablemente no te encontraría 
en otro lugar quizá
no creería en las coincidencias 
en otro lugar, si pudiera 
elegiría que si te veo,
la lluvia nos moje de nuevo.

Y acá estoy, 
mirando mi pensar 
y recordando cada sorpresa 
de instantes latentes qué guardaste en mí, 
justo ahí, 
justo ahí, donde suelen surgir huracanes de emociones 
y donde se suelen quedar miradas cómplices 
te quedaste
y se siente tan bien tenerte latente.

Y justo allí, 
en ese paraíso 
empiezo a sembrar 
tu esencia.

Te voy cuidar,
te cuido,
y mañana florecerás
cómo con la ira de Dios
pero sin ira 
y sin Dios. 



miércoles, 28 de julio de 2021

Lo fundamental

Volver siguiendo tu rastro y 
queriéndote ver cada dos por tres. 
Nos trajo el viento o el olor a playa
de aquella primera vez.
A veces sintiendo la rabia 
de pensar que mañana termine, 
y así mismo nadando 
en tus risas, sintiéndome libre.
Vos te pasaba de la raya, solo
mirándome 
y yo todo atontado 
sin poder mover los pies.
No dejes que ésta vez yo me escape 
ya aprendiste la última vez 
yo que te sé de memoria 
y me moría por sentirte otra vez.
Y si mañana me despierto en otro lugar, 
voy acordarme de tres años para atrás 
para saber de tu vida.

Pero ésta vez, ésta vez no dejes que me escape. 

El aprendizaje deja secuelas 
y se cuela en el rincón donde las lagrimas caen junto a promesas ilusas de ideas con esa mezcla de amor y miradas, donde las promesas aterrizan en el corazón frágil de quién escucha.

martes, 25 de mayo de 2021

Vagones

Había una vez 
en una ciudad muy lejana 
una estación de corazones. 

Un día el Sr. Cerebro 
siguiendo su doctrina neosentimental 
decidió 
que era costoso 
que lleguen 
corazones de pasajeros a aquella 
distante estación. 
Entonces los corazones 
dejaron de llegar. 

La estación 
se convirtió 
en un paisaje de corazones inertes 
ante la llanura de la desidia. 
Casi como un cuadro de Dalí 
al borde de un río seco. 

Había una vez 
también 
en una ciudad muy, muy lejana 
una estación de ilusiones 
En ella 
se sentía 
se escuchaba 
se quería 
se respetaba. 

En la estación de ilusiones 
vivía 
en un viejo y sabio edificio 
El Sr. Impulso 
que alquilaba para permitir 
qué las ilusiones  
pudieran llevar adelante 
su acción 
amorosamente 
transformadora.

El viejo edificio 
se mantuvo en pié 
por años
sin la ayuda de nadie. 
Cierto día
el Sr. Impulso 
se dió cuenta 
que el viejo edificio 
estaba cansado 
que podía tropezar 
y caer encima de un 
montón de ilusiones. 

Desde la estación de ilusiones 
se quejaron con el Sr. Impulso 
y este tuvo la brillante idea 
de invitar a dicha estación 
a mudarse 
a diferentes edificios 
en diferentes partes 
de aquella lejana ciudad. 
Toda la estación de ilusiones 
no tuvo más remedio 
que desperdigarse 
en diversos lugares. 

Fue la decisión más correcta 
en ese momento. 
Decidir si la ilusión 
resiste 
o deja aplastarse por los escombros 
de un viejo edificio. 

Desde ese día
en aquella 
estación muy, muy lejana 
la boletería 
de una estación de ilusiones 
donde los pasajeros ya no llegan 
se trasformó 
en el lugar 
y rincón de ilusiones 
sin su propio edificio. 

La desidia 
cómo si se les cayera
el techo encima, 
Las quiere aplastar 
pero la fuerza y lucha 
las mantiene, 
hasta el día de hoy
en constante ilusión. 


Tiempo después cuentan por ahí, en alguna parte de la estación, que el Sr. Impulso desapareció. El cansancio de ilusionarse y ver que las ganas de caer y levantarse lo había desgastado, hizo que perdiera, aunque parezca una contradicción a su sentir, así como vino, también se le fué 
la ilusión. 

domingo, 11 de abril de 2021

Te deseo

Dice una historia ya conocida que cuando en el cielo una estrella fugaz aparece, justo en ese momento hay que pedir un deseo. Existe la probabilidad de que eso se cumpla o no, existe la atracción de poder acercar ese deseo o también las ganas de desearlo tanto, que se aleja. Hace tiempo que no veo estrellas fugaces, hace tiempo que no tengo esa ilusión de desear algo. Y hoy lo quiero hacer, quiero imaginar que estoy en la soledad plena bajo un cielo estrellado y justo en el momento que me siento en el pasto, mis ojos se iluminan y ven pasar no una, sino un sin fin de estrellas fugaces que me hacen estallar de deseos continuos y casi sin pensarlo mi voz se vuelve una cascada de gritos. Mágicamente en el bolsillo trasero de mi bermuda aparece un trozo de papel y una lapicera, mágicamente escribo cada uno de esos deseos, desgraciadamente no me queda mucho por estos lados pero te dejo esta pequeña nota para que cada cielo sea un deseo diferente y cada estrella el motivo a cumplirlo. 


Te deseo la picardía de sentir y las ganas de vivir 

Te deseo la fuerza de parar y las maneras de buscar 

Te deseo los propósitos a cumplir y el fin a mejorarlos 

Te deseo el sano amor y el corazón palpitante 

Te deseo la felicidad de querer y el abrigo de recibirlo 

Te deseo letras para que en un cuaderno te armes de frases

Te deseo magia para qué en lo cotidiano encuentres belleza 

Te deseo energías para que te armes de purezas 

Te deseo un millón de tréboles para que nunca te falte suerte 

Te deseo complicidad para excluir el miedo 

Y te deseo sonrisas para ahuyentar la tristeza 


Y mi deseo es que para cuando haya vuelto, poder ver qué al menos una estrella fugaz pudiste ver. 

miércoles, 31 de marzo de 2021

- por +

Resistir

La magia de los abrazos, 

cuando el bosquejo de la simplicidad 

intercede en la monotonía de lo absoluto 

es ahí, es ahí dicen 

Tenerle miedo al miedo, 

para aflojar y dejarse caer. 

domingo, 14 de marzo de 2021

Ojalá

Se despertó 
y se le había muerto el esposo 


52 años de casados, 

cientos de empanadas al horno, 

el ladrido del perro cuando pasaba el cartero 

la bicicleta en el galponcito 

como esperando para volver a salir

la libreta con los números de la quiniela

en la mesita 

las galletas de campaña 

a la tardecita 

porque el pueblo es chico 

y a la tarde 

aún hay sorpresas. 


Para la tos, té de miel y guaco 

Para la tos, té de miel y guaco

para la espalda, la bolsita de arroz caliente 

si me viera en un futuro así, me sentiría un pelotudo 

Pero él se ha ido.

Ella

un día amaneció 

y se le había muerto el esposo.


52 años de casados.


Todos los días 

todos los santos días

todos los reverendos santos días 

todos los celestiales reverendos santos días 

todos los 

qué manera de abusar de este recurso 

celestiales 

reverendos 

santos días 

amaneciendo al lado 

uno del otro.


Un día amaneció

y el perro que ladraba

solo murmuraba, entre dientes 

con rabia y dolor.

Cree haber entendido 

todo

ayer 

cuando el cuerpo 

bajó a la tierra 

entre la madera tosca 

y el bronce reluciente.


Pasaron tres días 

hasta que la notaron tranquila 

y la dejaron con su luto.


La primera noche sola 

en 52 años 

se llevó dos empanadas de carne 

y un vaso con agua y hielo 

y mientras lo bebía 

la certeza 

de qué la bicicleta 

no volvería a salir del galponcito 

con la misma cadencia 

de la última vez 

le quemó el pecho

y tuvo miedo, tuvo mucho miedo 

como vos 

y como yo 

en este instante.


No se despertó a la mañana siguiente 

porque 

llega un momento en la vida

que uno puede 

decidir 

morir 

mientras duerme.


Ojalá

ojalá me toque así. 


miércoles, 10 de marzo de 2021

Y por último

El tiempo avanzó y debimos parar 
no solo fue viento, también fue mar
La locura siguió y debimos calmar
no solo fue amor, también fue mal
Hoy, la desilusión es grande 
no solo fue verte, también fue escuchar.  

lunes, 8 de marzo de 2021

Charla con-ciencia

“Si no te enfocas en tu presencia interna, tu mente se dejará llevar por el mundo exterior” 


Era el título de un diario de bajos recursos, creo que estaba sobre una mesa sobre la vereda del barrio y, lo curioso era que lo demás escrito en el diario estaba borrado. No tenía procedencia ni un fin, sólo esa frase. Era como la voz de la conciencia en el eco de la ausencia. 

Claramente despertó mi incertidumbre y las ganas de llenar ese diario y hacerme partícipe de una pequeña máquina de escribir en mi cabeza qué llevaría a los divagues (y no tantos) que convivimos como seres alternos buscando el propósito de habitar la simple seducción del día a día. 


Nuestros egos se personalizan y nos consideramos partes especiales pero en realidad somos parte del todo.  

Sufrimos más si resistimos el flujo del río donde no nos atrevemos a nadar y como seres entorpecidos tratamos de llegar a la orilla. 

Lo sorprendente de dejarnos llevar es que esta cosa llamada amor es la realidad de benevolencia. 

Es decir, algo intensa, muy intensa.  


Construimos un ego enorme para intentar evitarlo, y duele.

Duele porque tu corazón se abre y tu ego se muere. 

La muerte del ego es una transformación necesaria, 

podemos abandonar este plano de existencia ahora, o quizás no,

pero el amor no se irá nunca.

miércoles, 3 de marzo de 2021

El sueño del pibe

Borra mi número de teléfono.

Úsame como
un marca libros secreto 
de algún capítulo que te guste. 

Abandóname en el cajón 
y volveme a encontrar 
de casualidad, 
un tiempo después. 

Convertime en un recuerdo. 

Y extrañame. 
Extrañame mucho. 

¿Logras sentir eso?.
Soy yo. 

El sueño del pibe. 

Ser un marca libros. 



domingo, 28 de febrero de 2021

La cueva

                             ¿Dónde estás?

Se me hace que te fuiste o volviste a donde pensaste nunca regresar. 
Y si hoy ya no te creo,
es porque creo que las veces que creí hacerlo, 
creaste la máscara para ocultar los lugares qué habitabas.
Es errante, es un poco difícil soltar y no ver de donde agarrar, 
pero como todo,
todo va y viene. 
Así como el pedalear y que la cadena se tranque 
y el eslabón confiable salga disparatado
y en el piso queden mirando el cielo las melodías donde jugaste a ser canción 
y solo escuché el final de una estrofa de un álbum bodrio,
de alguna banda indie de finales de los noventas. 
Tan deprimente como la cueva en donde hoy me siento a escribirte esto, 
qué probablemente lo leas y una risa confusa salga de tu rostro 
y la poca importancia tomé el ego de la ausencia que pudieron tener tus manos, 
ayer y quizá mañana también.
El café es la frazada que me cubre
y el humo que veo es la sensación de permanecer acá 
y no allá,
así como la luz que está arriba y abajo a la vez. 


lunes, 8 de febrero de 2021

Reset

Un día busque en el cajón de mi mesa de luz la nota que me habías regalado, 
y no la encontré.
Más tarde me quise mirar en el espejo, 
y no me ví. 
Un poco después que la tarde se hizo confusa y el decir se transformó en un adiós, 
ya no te ví más.
Cuando quise golpear tu puerta,
te habías mudado. 
No de tu casa, 
sino de mí.
Me dolió tanto que me descuidé, 
por cuidarte a vos.
Y vos qué descuidaste lo que te daba
te ibas y volvías 
y yo sin darme cuenta 
me fui yendo, 
pero de mí. 

Hoy trato de mirarme sin taparme, trato de quererme sin la restricción de ser algo que no quiero, trato de tratarme de la manera más amena conmigo, para mí y decir que me voy
para ya no volver. 

lunes, 25 de enero de 2021

Es

Hace días no me sale escribir nada y lo poco que puedo escribir me hace llevar mi cabeza al día después de ayer, algo así como una referencia en consecuencia a modo de cómo estoy hoy. Puede que a veces ayer sea hoy, y mañana sea ayer. Son días que no tienen un propósito conceptual pero marcan en el propósito sentimental. Ya no son Lunes, Martes, Miércoles, etc. Cuento los días como las ocurrencias de aceptar a las torpes ganas, las ganas de no ser nada cuando recibís todo. 
Cómo si fuese algo onírico los intentos de poder comprender esa especie de espiral sin fin, o los tropiezos que por forzadas aceptaciones pasan, me pesan. Me pesan los modos y las contradicciones, me pasa que quiero abrazar la ilusión de lo que hablamos ayer y luego se me caen los brazos por el peso de no querer ser nada mañana. ¿Es comprensible? Creo que no, y estoy con las posibles ganas de querer arrancarme algo del cuerpo y no sé qué. Voy a desaparecer por un largo tiempo, esta vez no quiero dejar rastros, ayer los dejé y no volviste, ayer te llamé y fue errante porque mañana no vas a estar acá. Tal vez como yo, que ayer no pude encontrarte, hoy tampoco y espero que mañana cuando los días dejen rastro a las ilusiones prometidas, puedas verme con las ganas de abrazarme, y que se jodan los días y sus torpes nombres, nada más que importe el tiempo y con tantas ganas, que se pierda la noción de horas cuando el momento de sentir sea la única aguja que dicte el final. 

Hoy es 25, ya son un par desde aquel entonces. 



¿Te acordas?

domingo, 10 de enero de 2021

Casa deshabitada

Una vez en un trozo de papel escribí una frase que decía algo así como “gritar es la puerta que tienen los débiles, cuando los absurdos esconden la llave”. Tenía 15 años creo, una época de ver, ambicionar, crear y aprender. El lado musical más oscuro había llegado a mí y sentir que estaba en una habitación amarrada a la escucha continuas de guitarras distorsionadas y voces buturales, me hacía estar seguro de querer quedarme en esa burbuja que contenía emociones enfurecidas por salir, pero tranquilas de no reventar. 
Hoy recuerdo y veo a ese pibe con ganas de salir al exterior sin medir el interior que habitaba en su casa. Es difícil cuestionar y asimilar las lejanías de un futuro incierto, cuando el mundo te está diciendo lo contrario. 
El mundo te hace ver una seguridad absoluta en una habitación donde la imaginación es un breve resumen sobre el concepto de ser alguien. Reitero que es difícil entrar en la discusión de ver sin poder abrir los ojos, y pensar que están esos fantasmitas que con sus manos te enseñan un mundo que para ellos está bien, y te encierran, te encierran en esas cuatro paredes donde ves todo como si fuese lo mejor. ¿Donde interfiere la tranquilidad? Es algo que me pregunto frecuentemente cuando llegan a golpearme la ventana estos fantasmas. 
Llenos de egoísmo, miedos, y con el afán de invadirte de su oscura magia, llegan, llegan para quedarse por un buen tiempo hasta que vos, la casa habitable de estos seres decide echarlos. Hay veces que demoran un tiempo largo en irse, hay veces que la luz de quien los porta es tan clara y avallasante que estos individuos sienten el propio miedo que ellos quieren dar. Lo difícil es creer que cuando llegan lo hacen con la intención de consentir las mejores expectativas. 
Y es así que se hacen pasar por personas, o también invaden en la inocencia de otras personas llegando así a romper la carcasa de los débiles, como una cadena, como una secuencia de volátiles cuerpos andan por ahí, escabulléndose por lugares que uno conoce, buscando víctimas con ganas de sentir. Sentir que se siente chocar con alguien, sin saber que pueda pasar. Sin que ninguno de los dos pueda saber si es víctima o casa habitable de algún fantasma. 
Ojo, también los fantasmas se enamoran, ojo también pueden destrozar a sus cuerpos, si la necesidad de amar es mucho más que la necesidad de dañar. 
Y es ahí que nos volvemos en casas deshabitadas. 

miércoles, 6 de enero de 2021

Pasos

Hoy me siento parte, parte de las pequeñas partículas que por omisión se partieron y así mismo partieron la idea de ser solo eso. 
Hoy me siento parte o una partecita de las pequeñas cosas que fueron y no llegaron, porque sí o porque así tenía que ser, pero así como se partieron las partes, también partió una de ella.
Puedo decir qué bajo la indecisión de unir las partes, quedaron partidas las pupilas de ver los periplos de señales que derrocaban los intentos de percepciones y fallaban en el conjunto de finalizar.
Perfectamente parece que todo puede suceder en un compás de simples besos, pero también es la injusta melodía que el tiempo te enseña para partir el tempo de un sonar perenne. 

Vuelvo a insistir y decir, hoy me siento partecita, me siento particularmente una persona denominada partícula que entre partes se quedó, partiendo al sitio donde las partes puedan por fin, perforar la posición del ego y descansar en la paz de sentir. 

Pero siempre, siempre extrañando las ganas de palpar tus manos y percibir que me mirás cuando pasa la alegría de presentir que en conjunto no existe nada que nos pueda partir.

sábado, 2 de enero de 2021

=

Duele saber que la expresividad del exterior 
es el vacío del interior,
que las palabras que parecen ser verdad 
carecen de lo que en realidad tenes que escuchar.  
Hoy me siento así y así me quiero quedar 
en el estado de aceptar y llorar.